Un Designio Inesperado
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo atrás una tribu del norte de Asia se reunió junto a la hoguera. Como la tradición lo indicaba, el jefe de la tribu, tras oír el llamado del Dios del Fuego, les entregaría una carta a cada uno de ellos, la cuál revelaría su propósito en este mundo. La ceremonia era sencilla. Aunque no por ello menos profunda. Sólo requería adorar al Fuego, contemplarlo y darle las Gracias por el Milagro de la creación y por ser una parte manifestada de ella. Toda la noche transcurría así, meditando profundamente y en expectativa silenciosa. Al día siguiente, tras los primeros vestigios del alba, precedidos por la quietud de la noche y anunciados por el canto del ruiseñor, llegaba el momento de develar cuál sería el destino de cada uno. El cacique repartió las cartas, con Suma Presencia y Sagrado gesto. Cada quien tomó la suya, abrigándola entre sus manos con total aceptación. Dijese lo que dijese. Puesto que sabían que la revelación y la felicidad jamás están es