El Día es Hoy

















Un día de verano, de esos en los que se siente muchísimo calor, me encontraba en la fila de un banco, a la espera de que se resolviera un trámite que sí o sí debía concluir ese día. 

Ya era mediodía, tenía hambre y las cajas parecían que avanzaban en cámara lenta. 

Mi mañana – que había comenzado con todo el ímpetu creador – ideando decenas de proyectosplanes para «aprovechar»  bien el día, parecía irse por el drenaje.

En un momento mi mente se puso a reflexionar en esos “momentos perdidos” que algunos le llaman “tiempo muerto” en los que sientes que no puedes hacer nada o, mejor dicho, sientes que no estás haciendo nada productivo, que no controlas la situación y que están jugando con tu tiempo

Fastidiada empezaba a creer que esas personas tenían razón, hasta que de repente un hombre –que juzgué estaba en la misma situación que yo– se acercó y me dijo:

–¿Sabes qué día es hoy? 
– No estoy segura, ¿16 de diciembre
respondí yo. 
–Hoy es un gran día para comenzar
me replicó.

–¿Qué tiene de especial?  Pregunté yo 
–¿De especial? Todos los días son especiales para los ojos de Dios. 

Me quedé en silencio ante sus comentarios, que más que vanas palabras parecían profundas enseñanzas y solo permanecí a la espera y escuchándolo.

Las personas han creado cosas muy curiosas y hasta graciosas– continuó explicando.

Se abren portales de fechas específicas tales como el 11/11, el 12/12, si las fechas no coinciden se suman los días ¡qué locura! 
Se espera que los planetas en determinada fecha nos acondicionen el universo para ejecutar tal o cual plan, etc. ¡Que curioso, que graciosa inocencia!-. 

–No me malinterprete señorita, no es que no crea que eso funciona. Si tienes fe en algo, sucederá y si muchas personas tienen fe en lo mismo, multiplícalo por el número de creyentes y sucederá más veces. 

El punto es… 

¿Cuándo dejamos de creer que no hay un día más especial que otro?
¿Qué todos los días son especiales para los ojos de Dios? 
¿Qué todos los días son oportunidades para hacerlo mejor?

Si  desperdicias el tiempo en esperar el día perfecto lo único que haces es crearte la ilusión de que existe un momento mejor.

Pero el momento no llega, el momento se crea. 

No importa cuanto tardes en crearlo, lo importante es dejar de postergarlo. 

Hay una diferencia entre «patear para adelante y empezar. 

De nada importa si lo haces rápido o despacio. 

Muchos despiertan la certeza suficiente para dar pasos de gigantes, otros ganan su confianza avanzando como lo hace el caracol. 

Sea cual sea tu caso. Créeme, no hay expresión más mentirosa que decir: ha sido un día perdido

El momento es ahora, el día es hoy.

Gracias por leerme. Te leo en los comentarios.


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